Durante los casi 5,000 años de evolución autóctona de la Civilización Andina, etapa que concluyó abruptamente con la invasión europea de inicios del siglo XVI, las prácticas adivinatorias y oraculares definitivamente representaron una característica muy arraigada en las diversas nacionalidades y estados que surgieron durante esos milenios.
Como lo subrayan algunos autores, probablemente ni en China, Mesopotamia, Grecia, Roma o Mesoamérica, lugares donde tradicionalmente se reconoció el importante papel de consultar a las divinidades, difícilmente se pudo alcanzar el alto grado de desarrollo de la función oracular como sí ocurrió ancestralmente en el mundo andino. Por tal razón, también denominan a este amplio territorio suramericano como “la tierra de los oráculos".
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Carátula del importante estudio "Adivinación y oráculos en el mundo andino antiguo" de Marco Curatola Petrocchi y Mariusz S. Ziólkowski, publicado en Lima en marzo de 2008. |